Una de las funciones más importantes de los censos es aportar datos para conocer las tendencias de población, es decir, el compartimiento que seguirá la dinámica poblacional. De acuerdo al análisis del proceso demográfico seguido por los países industrializados, se consideran que la población de los países sigue un proceso de transición demográfica caracterizado por cuatro fases que van desde una situación inicial, donde predomina la población joven, hasta otra denominada de madurez en la que predominan los grupos adultos y mayores.
El envejecimiento población:
La gran mayoria de los países latinoamericanos se encuentran en la primer fase de transición, caracterizada por el predominio de la población joven como Chile, Argentina, Barbados, Cuba, Jamaica y Uruguay se encuentran en el grupo de países de transición avanzada, es decir, de rápido envejesimiento de su población, aumentando su porcentaje de su población de mayores de quince años, especialmente de los mayores de 65 años. Según las actuales estimacione este proceso de envejecimiento continuara acentandose en los próximos años.
Concentración urbana y desruralización:
La segunda gran tendencia que siguen nuestra población es la del aumento de la población urbana. Esta es una tendencia mundial que surge a partir de la revolución industrial, debido a que la ciudad se transforma en el centro de producción y consumo que dinamiza la economía en su conjunto. En Chile este fenómeno se ha incrementado en los últimos 10 años. En el período intercensal 1992-2002, la población urbana aumentó en un 17,1 % en relación al número de habitantes que ostentaba esta calidad en 1992; mientras la población rural disminuyó en un 9,1%. Así se va configurando otro rasgo esencial de nuestra población: su carácter urbano y su alta concentración en las ciudades
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario